Tal como lo han señalado Robert Alter (Partial Magic), Patricia Waugh (Metafiction) y Linda Hutcheon (A Poetics of Postmodernism) una de las principales características de la postmodernidad es el trabajo paródico en la literatura. Pues bien, éste es el aporte central de Expediente para Nuevo juicio del poeta peruano Bethoven Medina Sánchez. En efecto, el poemario en principio nos ofrece con brechtiano distanciamiento los materiales y métodos con que construirá su tejido verbal, materiales que son lanas de colores (recordemos aquí las correspondencias baudelerianas) o posiblemente un poético y actual quipu para armar e interpretar contemplando como el poeta nos sugiere la Cruz del Sur bajo la bellísima noche andina. Y entonces comienza el expediente o mejor dicho la parodia de un expediente judicial o testimonial donde se enjuicia la historia del Perú –usando el tono protocolar- y simultáneamente se narra una experiencia erótica –entretejiendo ambos discursos: Atahualpa haciendo el amor como nosotros. Y de este modo hay una traslación temporal, del pasado al presente (y al futuro) y viveversa, desde los días de la captura y ejecución del último Inka, hasta nosotros (descendientes de Wiracocha) y la cotidianidad de hoy: Los domingos a misa / y después cebiche con un par de cervezas; pero todo esto fue y es interpretado desde la poesía: Las retamas comentaron el incidente con las mariposas. Como en sus antecesores Antonio Cisneros (Cometarios Reales) o Tulio Mora (Cementerio General) la historia deviene poesía, sólo que quizá la contribución personal de Medina Sánchez esté en su verosimilitud auténticamente mestiza aunque de neta filiación india: Ellas, son llevadas a la Capital, de sirvientas./ Hacen el amor sin besarse en la boca; lo que no es óbice para logros de alta poesía en términos occidentales: La garúa caía / y la noche asentaba sus manos de gata /sobre la delicada piel de moras maduras.
Finalmente lo que parece querer recalcar el poeta es la vigencia de una cultura y de una utopía: la andina, la cual estaría vigente en algun lugar del alma nacional, por eso la última conclusión de este Expediente reza: Reviva el Nuevo Inka. Así sea.
Róger Santiváñez
(Collingswood, orillas del río Cooper, New Jersey)