LA LITERATURA PERUANA ACTUAL ES MUY PROLÍFICA

ENTREVISTA A MARIO WONG
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Luego de diez años de autoexilio francés, nos visitó Mario Wong, escritor nacido en Piura. Acaba de publicar “Su majestad el terror”, (Pasacalle) novela que trata la historia de los actos humanos atravesados por el terror. Haciendo un alto en las visitas que hiciéramos a Moche, la Huaca de la Luna, Huanchaco, cafeterías del centro de Trujillo, etc. conversamos, de todo un poco. He aquí el diálogo que tuvimos con este entrañable amigo.

Jorge Tume

Mario, acabas de publicar la novela “Su majestad el terror”, antes habías publicado “El testamento de la tormenta”, ¿por qué esa recurrencia al tema de la violencia?
Mi generación fue marcada por la violencia que sufrió el país en los años 80. Mi salida del país obedeció a la situación que se vivía. Y cuando he estado en París, me planteaba escribir, como una manera de dar salidas a esta presencia caótica, que de una u otra forma la vivía subjetivamente. Entonces se me planteaba la cuestión de escribir desde alguien que ha vivido algo y que además está afuera. Eso es lo que me he planteado.

Es decir, en el ámbito de la escritura sobre la violencia en el Perú, tu visión es de dentro y fuera del país.
Precisamente. Como que no hay límites definidos. Uno está fuera, pero como la ha vivido, esa experiencia lo ha marcado y es como si todo lo arrastrara y lo llevase. Se plantea, entonces, una suerte de catarsis; es decir dar vuelco a esto, en el nivel ficcional, porque no se trata de un ensayo ni de un manifiesto político-ideológico, sino de una cuestión que se resuelve ficcionalmente, creativamente.

¿Tú crees que no se debe abordar la violencia ocurrida en el Perú, dando una posición como escritor?
Sí, yo pienso que pueden haber múltiples (y las ha habido) expresiones de novela política, de novela social en determinados períodos, pero en este caso mi planteamiento narrativo se basa en una poética, en una estética, en una manera como yo concibo la novela. No pienso que se trate de contar una historia en los términos tradicionales, estrictos, del género novela, que es un género decimonónico, más allá de los cambios o modernizaciones permanentes que pueda tener o que puede haber tenido. En mi caso, por el mismo material que manejaba, no pensaba que eso sea resumible o se pueda expresar dentro de las normas estrictas del canon literario. Y por eso es que “Su majestad el terror”, en cierto sentido, se ubica como una continuidad de mi anterior novela “El testamento de la tormenta”, pero resuelve ya, con mayor dominio de medios, de recursos, ese problema de dar cuenta de experiencias vividas que tienen que ver con el caos, con la violencia, con el sinsentido, con una serie de bloqueos o de fragmentaciones; entonces este tipo de material no se podía expresar dentro de los términos estrictos del canon, y mi manera de resolverlo ha sido transgrediendo las normas estrictas de esa literatura, de la novela.

¿Cuál crees que es la principal función o la principal tarea que tiene el escritor del siglo XXI?
Yo no sé si función o tarea, porque no estamos en la década del 60, en el período de Jean Paul Sartre, de la literatura en el sentido de finalidades o de compromiso. Creo que fundamentalmente es el rigor en una estética, en una estética narrativa o en una poética narrativa, para dar cuenta de algo que simplemente nos ha pasado y que la queremos resolver dentro de modelos que son un poco pasados. Pienso que si hay una cierta posición o una cierta finalidad en la tarea de escribir, frente a algo que nos ha sobrepasado, esa es encontrar las nuevas formas que logren expresarlo, si se trata de expresión, porque en sí la creación rebasa los límites estrictos del discurso.

¿Qué escritores consideras que hayan expresado mejor esa realidad que hemos vivido en el Perú?
La literatura peruana (y esto podría ser una verdad de perogrullo) es una literatura plural, una literatura múltiple. Creo que hay muchos escritores que han abordado, desde distintas ópticas, todo este terreno, todo este período. No conozco toda la literatura, pero conozco algunos escritores como Dante Castro, Oscar Colchado; o escritores, dentro de una vertiente distinta a la andina, como Alonso Cueto, en “Miradas Peligrosas” (que me pareció una buena novela), o escritores que han tenido otros acercamientos, como Santiago Roncagliolo. Son distintas expresiones, distintos puntos de vista sobre algo que se ha vivido, que nos ha tocado. Estrictamente, no podría determinar cuál es el escritor que más ha logrado calar o expresado todo eso. Pienso que el tiempo manifestará hasta qué punto los lectores recogen o reivindican a tal o cual escritor, como ha sido con otros escritores en otras épocas.

Como ensayista tú estás al tanto de la literatura que está surgiendo. ¿Cómo ves el panorama de la literatura peruana de hoy?
El panorama es sumamente prolífico. Yo vuelvo después de muchos años y veo que hay un estado de ebullición. Después de mi presentación en Lima, que ha sido una presentación que de repente pasó ignorada, llego a Chimbote y veo que hay toda una manifestación literaria que tiene acogida. Más tarde voy a ir al Cusco y voy tener otro panorama. Es un terreno que bulle, es un terreno de muchos jóvenes escritores y me parece de una enorme importancia. Eso que, cuando yo vivía en el Perú, no tenía la importancia que ahora tiene, pienso que obedece a que el país, de una u otra forma, se ha transformado y de repente esa transformación también se da a nivel de las artes, de la literatura específicamente.

Tú vienes después de veinte años al Perú, ¿cómo lo encuentras, cuál es tu visión de peruano que radica afuera?
Lo encuentro cambiado, encuentro que no es el país del cual yo salí, que era un país bloqueado, un país signado por la violencia. En los pocos días que estoy, veo que en este Perú, resultado de situaciones que han vivido por carencia o falla en los mecanismos de comunicación y negociación, los conflictos tienden a asumir condiciones que degeneran extremos y que son objeto de manipulación de uno u otro lado, etc., etc. En todo caso no soy pesimista frente a todas estas situaciones y creo que el país está en una situación distinta y que puede llegar a superar todos estos conflictos que no tienen las mismas características extremas que nos caracterizaron algunas décadas anteriores.

¿Cómo se percibe fuera el panorama político y económico de nuestra patria?
Como muchos peruanos, muchos latinoamericanos, tenemos información, más que todo a través del internet, que permite informarse, pero como nuestras vidas transcurren allá, no es lo que determina nuestras conductas. En el caso mío, fundamentalmente en el aspecto creativo, de alguna u otra forma me encuentro más vinculado a seguir de cerca lo que pasa en el país, pero no desde el punto de vista ideológico y político, sino desde el punto de vista de opciones de vida, de sociedad, que viabilicen al Perú como país. De ese lado es mi interés, el aspecto creativo, y si puede haber un tipo de aporte individual yo lo asumo fundamentalmente a nivel creativo y ese es el terreno en el que me muevo y por eso estoy acá, presentando una novela.

Y consecuentemente tus venidas no serán muy espaciadas en el tiempo. Volverás más seguido al Perú.
Yo creo que si, sobre todo viendo ese terreno bullente de la escritura, de los escritores, de la literatura. Teniendo contacto con jóvenes escritores, gente tan generosa como el escritor Eduardo González Viaña, por decirte, o el escritor chimbotano Braulio Muñoz, uno se da cuenta que hay una situación que permite establecer una comunicación que haga posible que uno esté más presente, no sólo desde el punto de vista intelectual sino con una presencia física, lo que implica volver con más frecuencia al país.

(Julio, 2009).